martes, 16 de abril de 2013

Crónica sobre el juego (Construcción de la marioneta)


Sábado
La mañana… debo hacer un títere, ¡que sencillo! Comprar madera enviarlo a ebanistería para dar forma a la cara, el cuerpo con sus extremidades, luego buscar en internet una cruceta, comprar nailon unirlo a la cruceta y listo, ya antes lo había experimentado en mi colegio. Una hora para hacerlo y ya… mejor dormir descansar, el profesor deja mucho trabajo, trabajos a veces anti didácticos…un títere… ¿Para qué me va a servir hacerlo  a estas instancias? No digo que dejé mi niñez atrás, por el contrario ¡soy más niño que cualquiera! Tal vez el profesor se equivocó pensando que este trabajo me ayudaría… empezando porque se llama trabajo, me da pereza saber que en mi no va a quedar nada. Veo como algunos amigos lo mandan a hacer con algunos artesanos y me dan ganas de hacer lo mismo, al fin de cuentas es sólo una nota. Me levanto de mí cama recorro la casa haciendo lo que cualquier estudiante haría un sábado por la mañana: comer, bañarme, cepillar mis dientes, tomar tinto, leer un poco, ojear los trabajos… y dormir.
En la tarde.  Me levanto… Pregunto qué hay de almuerzo. Me dicen que no hay nada que busque donde comer, salgo para donde mi novia, almuerzo pastas con pollo, tomo un plato grande porque las pastas que preparan en su casa son deliciosas… enciendo la televisión. Noticias. Que pereza, muerte y muerte… discriminación, intolerancia, inconformidad… díganme algo que no sepa.  Tomo el control y paso los canales hasta ver una película protagonizada por Brad Pitt y George Clooney   de ladrones, me gusta esa película, los actores aunque hollywoodenses son buenos, me gusta el cine independiente, donde las imágenes son fuertes donde el sexo no es sensual es carnal, donde las drogas no son un vicio, son un estilo de vida, donde robar es malo, y hay dinero para drogar y amar. Tomo el tenedor en mis manos y lo hundo dando vueltas y vueltas y vueltas y vueltas y vueltas… mientras veo televisión saco del plato una cantidad que en mi boca no cabe, las pastas comienzan a descolgarse y una de ellas me llena de ideas, me quedo viéndola, tanto que las personas a mi derredor creen que estoy loco ¡el maldito títere! Ahí estaba no de pastas, no; pero si de palos, sé que tiene trabajo pero no me costará económicamente casi nada. La ideo quedó plasmada, no hice más sólo vi películas… eso es lo que me gusta, no las películas que debía ver para la universidad no, estaba viendo una película llamada “mariposa púrpura” de un director coreano, sus actores no hacían bien el papel ingrato que debían cumplir y las imágenes eran muy oscuras, casi me duermo, pero habían imágenes sorprendentes de guerra, algo similar para que algunos me entiendan a La lista de Schindler. Terminé de ver la película, volví a mi casa. Caminando por mi casa observé un palo de escoba y recordé las pastas, el maldito títere, corte el palo, ya estaba el tronco… que fácil y no tuve que pagar nada estaba en mi casa… mañana todo será más fácil ahora a leer “Las putas de babilonia” de Fernando Vallejo, mañana es domingo tengo tiempo, el trabajo es para el martes… a leer  a fumar y a dormir. Salí y fume un cigarrillo me encontré a un amigo y en sus manos sostenía un litro de ron.
Domingo
En la tarde me levanté y almorcé; me preocupé por el maldito títere, quería dormir había tomado tanto alcohol que mi cuerpo no quería hacer nada. Mi mente pensaba en descansar, pero el maldito títere era para el martes y además tenía otros trabajos. Tomé el tronco del títere era sólo un pedazo de escoba, había que convertirlo en poesía… recordé las máscaras hechas de colbón y papel periódico, busque el colbón, un pincel, el q’hubo que mi mamá compró y lo destruí, envolví el tronco de papel y colbón, tuve la idea de cortar más palos de escoba, pero el tiempo no me alcanzaba así que compré palos de balso, los corte volviéndolos extremidades. El mismo trabajo. Colbón y papel. Mi mente no pudo más estaba agotado, el alcohol volvió a mi cabeza y tenía parcial de francés, mejor a estudiar, fumar y dormir.
 Lunes
La noche, tenía las extremidades del títere, el maldito títere, mientras pensaba en pintarlo llegó mi hermano diciendo que había hinchas del Bucaramanga robando ¡fantástico!  Tomé el vinilo amarillo e hice su camisa, el verde sus medias y rosado para su piel. Listo tenía forma. Pero faltaba algo que no había pensado en estos días… la cara… tenía afán era para el martes busqué en las figuras de navidad y encontré la cara de un papá Noel, listo… la idea del lunes; buscar una cruceta, el nailon… así lo hice, la verdad lo terminé muy rápido, eran las diez pensé que duraría más… no tenía sueño… recordé que el profesor había puesto uno videos de títeres que hacían cosas locas, una de estas cosas era sacar la lengua… hice un hueco en sus labios metí una manguera y un pito llamado espanta-suegras que un primo había olvidado hace unos días, lo pegué a la manguera sople y ¡eureka¡ la lengua… ya estaba listo… el títere era vida, poesía… el maldito títere. Ahora a fumar y a dormir. 

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